La masa de la pizza vendría a ser la familia, así como el queso distribuido uniformemente por la misma sería el sistema neoliberal en el estamos inmersos junto con la sociedad de consumo; y si es de setas, estas serían los medios de comunicación o de desinformación; para culminar, las aceitunas sean negras o verdes son los psicofármacos: antipsicóticos, tranquilizantes, hipnóticos, antidepresivos, etc... Una vez que se tiene preparada toda la pizza y bien horneada sólo cabe evidentemente comersela, pero si se come muy deprisa los psiquiatras más convencionales argumentarían que la acidez o indigestión que se padece es debido más bien a que el estómago de la persona es demasiado sensible. La explicación entonces, es que el nivel de neurotrasmisores que son las sustancias que comunican las neuronas entre sí está bajo, dando a enteder que con este mero reduccionismo simplón y biológico y subsanando el nivel de serotonina como si fuera tener el hierro bajo o el colesterol alto, sería más que suficiente para así paliar el problema psicológico que presenta la persona. Más bien parece que en los tiempos que corren los profesionales de la salud mental ( psiquiatras, y psicólogos formateados en un modelo médico ) siguen buscando dentro, en la digestión del paciente todos sus males, una mera prespectiva cognitiva interna de pensamientos negativos e irracionales. Es como aquella persona que se deprime por perder el empleo y el problema psicológico está en él, en sus ideas irracionales sobre su situación laboral, cuando cabría comprender cabalmente su situación a la vez que entender y explicar que es normal que se deprima puesto que ante una pérdida de empleo deprimirse al principio es de lo más habitual, despúes conviene reaccionar si es posible. Por lo tanto, a parte de la perversidad del sistema, cabe argumentar que si uno tiene que obligatoriamente comerse la pizza, por favor, que no vengan los profesionales de turno a decirnos que además uno tiene que sonreir, y si sólo cabe la opción de comer pizza, habrá que aprender a comerla despacio y en agradable compañía.
Aunque una ya está muy habituada a comer pizza sin indigestiones (supervivencia nomás) trata a su vez de buscar platos más, digamos, genuinos; tipo tagliattelle alla putanesca (donde la anchoa te da el toque crítico-social); lasagna di spinaci (ese verde-ecologista que tanta falta hace) o simplemente pote asturianu (y oxigenas por el campo).
ResponderEliminarSolo que a veces la anchoa está pasada (iquierda corrupta), las espinacas son de invernadero (ecologistas que agotan las reservas de petróleo con sus todoterrenos) y no es temporada de berzas (en tus paseos bucólico-campestres te encuentras con todo un dragón urbanístico soleyero).
Al final decides comer en casa huevos fritos con patatas.
falta la lasagna di berengena, austera, y riquísima, aunque reconozco que no podría sustituir a una mortífera (para el estómago ) fartura a base de huevos o picadillo con huevos fritos y patatas fritas a sarten, comida del pueblo, simple pero contundente..
ResponderEliminary luego se impone el paseo para pasear el perro, si no tienen perro, no se preocupen, lo alquilo por horas... todo sea por una buena digestión..
una pizza política de veinte quesos no se la recomiendo...lleva demasiadas contradiciones consigo.
Ni todos los psiquiatras están equivocados, ni todos los psicólogos lo hacen mal.
ResponderEliminarEn ocasiones son necesarios los medicamentos porque la mente pensante de una persona puede estar vagando por lugares poco transitables para él y para su entorno. Aunque no siempre se acierta con los adecuados y entonces no son muy útiles.
Hablemos de los paranoicos, por ejemplo. Para concretar más, delirios de grandeza o erotomanía. ¿Cómo podrías conseguir que se diera cuenta de que vive en un engaño? ¿No te parece que en estos casos si sería útil medicar?
¿Recuerdas a Hitler? Este hombre pensaba que tenía una misión que cumplir y mira tú por donde, nadie se lo impidió. Y no estoy siendo oportunista. Señalo ésto porque estuvo rodeado de personas que le veían peligroso, aún a pesar de sus artes de conversación manipuladora, pero se salió con la suya por los conflictos personales de muchas de las personas que le rodearon en ese momento de la historia, las cuales no supieron ver el gran problema que representaba esta persona. Ninguno leyó su libro "MI lucha", pero lo más importante, , si lo hubieran leído ¿hubieran sido capaces de entender que problema mental tenía?. En muchas ocasiones no hace falta haber estudiado psicología o psiquiatría para darse cuenta de que alguien es problemático, tanto para si mismo, como para los demás. Y en ocasiones, estar menos condicionado por lo estudiado despeja la capacidad de entender los menores mensajes no verbales que estas personas siempre emiten.
Y la pregunta que yo te haría relacionada con esto sería esta:
¿Tú como psicólogo serías capaz, o estarías capacitado, para detectar que una persona amiga tuya, o conocida, tiene un problema de personalidad del tipo que señalo más arriba?
Mi experiencia personal es que la mayoría de nosotros no ve ese problema hasta que no sucede algo grave.
Por ejemplo en la erotomanía puede llegarse al suicidio o al asesinato. Todos damos por hecho que veríamos a estas personas como problemáticas. Y yo vuelvo a hacer una pregunta. ¿Cómo es que nadie vio el comportamiento tan extraño del padre que tuvo a su hija encerrada durante 20 años en Austria?? Lo que yo pienso es que todos cerraron los ojos porque no les convenía ver, o no querían reconocer que ese ser humano era un problema, porque entonces tendrían que enfrentarse a si mismos y esto duele tanto que prefieren cerrar los ojos y que todo siga igual. Como no queremos verlo de personas allegadas: familiares, pareja, hijos,, etc. Es que son ellos "as"í, o son "raros". Las disculpas que no son más justificaciones para no hacer nada porque ello supondría que entonces tengo que reconocer algo más que ese otro tiene un problema. Esto siempre que no suceda nada grave, porque entonces todo son lamentaciones, tardías, por supuesto.
Entonces ¿medicar o no medicar? En ocasiones y dependiendo de en que situaciones, si. No por sistema ni siempre para cualquier momento de tristeza. Pero si, y siempre, para estos casos en los que un ser humano sufre de ambivalencia y no distingue que es que, porque todo lo que piensa lo da por cierto. Y supongo que sabes bien, lo difícil que es que una persona con un problema psicológico reconozca que lo está sufriendo. Sencillamente porque se cree sus propios pensamientos, los cueles generan sentimientos y para estas personas, todo ello es real. Tan real como parece ser para ti una pizza aderezada con pastillas ¿mentales? pero que también pueden ser producto de tus pensamientos y no necesariamente ciertas o útiles.
ResponderEliminarY ya que estoy voy a dejar la descripción de erotomanía tal como la define un diccionario de psicología.
Erotomanía
Delirio pasional crónico, centrado en la ilusión delirante de ser amado por una persona, generalmente inaccesible. Este delirio se caracteriza por una evolución en tres periodos: la fase de la esperanza, el paciente desea que su "amado" se declare abiertamente; la fase de despecho, acompañada muchas veces de depresión e ideas de suicidio; y el periodo de rencor, con agresividad frente al objeto, pudiendo llegar hasta el asesinato.
Primero, ¿sabrías discernir si este persona, si fuera conocida o amiga, sufre de este desequilibrio?
Segundo,¿La medicarías o pedirías ayuda a un psiquiatra para que la medicara? ¿Aceptaría esta persona ser medicada, y más importante aún, reconocería que sufre un delirio?
Si fuera tan fácil todo –en relación a los miles de desequilibrios que el hombre sufre por su incapacidad de parar el pensamiento, todo ello surgido de problemas de inseguridad y/o maltratos en la infancia– ya hace tiempo que la humanidad hubiera curado y estaríamos todos viviendo en paz y armonía. ¿No te parece?
Un amigo se suicidó el mismo día, por la noche, que habló conmigo y me pregunto que había hecho yo para superar la depresión. Hable de ello, pero no sirvió de nada. Lo que más me dolió fue que no pude detectar lo grave de su situación hasta que ya estuvo muerto. Y también era psicólogo. Hablar es tan fácil...
Saludos
Es necesario medicar cuando hay riesgo de peligro tanto para el paciente como para familiares, pero también en semejantes situaciones es indispensable la psicoterapia, además de complementaria.Al abordar problemas de trastornos de personalidad es necesario contrastar la información recabada por este paciente con otros profesionales y familiares para detectar a tiempo los posibles riesgos.
ResponderEliminarEn el caso de un problema de depresión, y ante el riesgo de suicido a veces incluso aunque se pretenda realizar una prevención del mismo y aún estando la persona vigilada puede ocurrir que la persona se acabe suicidando, así que ante la mejoría de una persona que sufre este trastorno es importante tener mucha cautela y no dar por resuelta la problemática.
Así pues el blog resalta que más que mirar en los pensamientos de la persona hay que enfocar en las dinámicas familiares, las frustraciones que sufre la persona, las pérdidas, por que de tanto mirar dentro (en la mente ) nos olvidamos que somos seres sociales y culturales y que como tales nuestra propia psicología está conformada por nuestra biografía que está enmarcada en el contexto en el que se desenvuelve nuestra vida.
Gracias por el comentario y recibe un saludo.
Eduardo G. F.
Qué tiempos aquellos en los que los fármacos se tomaban en cóctel. Al menos el paciente recibía el consuelo de ser alguien distinguido. Ahora que las pastillas se han vuelto fast food, al menos en esta parte del planeta ¿cómo distinguirnos del resto de los mortales? Nada que temer. Seguro que la industria farmacéutica está investigando y a punto de proporcionarnos otra solución para este y otros problemas futuros.
ResponderEliminarDas en el centro de la diana, Eduardo.
Condicionamiento, si. ¿Cómo una persona condicionada, por la sociedad, la cultura,la biología puede ser psicólogo y ayudar a otros? ¿Acaso él ya no forma parte de todo eso, no está condicionado por todo ello?
ResponderEliminarLa terapia sitémica trata al ser humano desde ese aspecto,el familiar, pero nunca olvida los pensamientos. De hecho hace un gran hincapié en la interacción de la comunicación y ésta nunca está desligada de lo pensado.
Cuanto más cerca, más desapercibido pasa, y sobre todo si uno es adicto a los halagos y el otro lo sabe, sobre todo porque él mismo también lo es. ¿Por qué (causa) abriste tú este blog (efecto)?
Gracias a ti Eduardo por responder al comentario.