miércoles, 20 de diciembre de 2023

 

                             Pequeña reflexión

 

Ah, diciembre y con él las navidades, que pronto llegan, cada año parece ser más corto y acelerarse más.

En junio, estando de vacaciones le enviaba fotos por whashaptt a un amigo y él me contestaba:” aprovecha que pronto se acortaran los días y ya están ahí las navidades”. Pues parece que hay que darle la razón.

Diciembre y agosto son los meses de los reencuentros con amigos y familiares, pero el mes por antonomasia es diciembre por las reuniones familiares. Muchas personas acuden a cenas o comidas con familiares con los que el resto del año tiene poco o casi nada de contacto, sea por teléfono o por mensajes de whashaptt, y más bien soportan la situación porque es lo que toca, por costumbre social. El uso del móvil en las comidas es un buen mecanismo de escape para ausentarse por momentos, pero a veces, estallan las discusiones por rencores acumulados, envidias, celos, malos entendidos y un sinfín de problemas acumulados con los años, y que jamás se hablaron en el momento adecuado y con la calma necesaria para buscar solución. Quizás estas fechas sean el momento Kairós como decían los antiguos griegos, el momento adecuado, propicio, oportuno, para saber decir no; ser asertivo como decimos los psicólogos, y rechazar determinadas invitaciones para comer con familiares a los que el resto del año apenas se interesaron por uno. No pretendo desde estas líneas hacer un alegato antisocial en fechas tan señaladas o ir contra la familia, sino más bien, ser coherente con la vida de uno y procurar evitar malas digestiones, además de lograr darse a respetar; así pues, cuando uno ante las celebraciones de este tipo, cambia y decide no asistir a comidas que sabe cómo terminen probablemente, estará enviando un mensaje apropiado a la familia, además de sentirse orgulloso por haberse atrevido a decir que no.

Así pues, que tengan unas buenas y tranquilas navidades. Salud y buen provecho.