lunes, 30 de septiembre de 2013

                       Los rincones del sufrimiento



Muchos trastornos psicológicos pasan completamente desapercibidos por parte de la población en general debido al desconocimiento de los mismos, o bien por que la propia persona afectada se encarga de ocultar su propio sufrimiento ( a veces por vergüenza, o el miedo a sentirse rechazado al ser diferente ). Hasta que una acción como las laceraciones de brazos o los intentos de suicidio revelan la problemática, es entonces cuando familiares y amigos se sorprende al averiguar la situación de tanto sufrimiento por la que estaba atravesando la persona. A veces, no es necesario que exista una auténtica depresión para que alguien se suicide o lo intente, de ahí el desconcierto que causa entre los allegados estas reacciones.
Cuando nos sentimos anímicamente bien, en armonía, equilibrados se dice en psicología que estamos eutimicos. La distimia por el contrario es un estado de ánimo crónicamente depresivo que está presente la mayor parte del día de la mayoría de los días durante al menos 2 años, los pacientes así aquejados describen su estado triste o desanimado. En los niños el estado puede ser más bien de irritabilidad más que depresivo y la duración mínima exigida es sólo de 1 año. Es habitual que el psicólogo clínico encuentre a personas en la consulta que acuden por encontrase bajo una depresión mayor, cuando a este trastorno hay un solapamiento de padecer desde hace tiempo una distimia que precede al inicio del trastorno depresivo mayor, de ahí la importancia de una evaluación rigurosa que permita conocer la biografía del paciente, puesto que muchas veces los pacientes mismos llevan ya tanto tiempo aquejados de desánimo y tristeza que necesitan averiguar cuando comenzaron a sentirse realmente mal.

Todo esto sucede por que la  persona se ha habituado a funcionar en su vida encontrándose mal e  “ir tirando” no sabiendo que hacer para poder recuperar la energía y la alegría en general. Pero a veces, acontecen problemas nuevos y es cuando no pudiendo más con su vida- una expresión que suele ser habitual en la consulta- la persona se deprime. Ya esta mal pero ahora se encuentra peor, de ahí que el trabajo en psicoterapia con las persona con estos trastornos de ánimo sea por un lado reconfortante cuando se consigue recuperar a la persona y a la vez duro. Pero en definitiva, aliviar el sufrimiento psicológico y hacer que vuelva a disfrutar, reír y alegrarse en la vida, es algo que me mueve cada día en mi trabajo.


1 comentario:

  1. Muy bien explicado Edu, me has aclarado muchas cosas. Hasta pronto.

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